¿Porqué mi kéfir de agua (tibicos) no hace burbujas? Solucionado

Recuerdo la primera vez que conseguí los famosos tibicos, aquellos nódulos transparentes que me permitirían hacer el kéfir de agua. Antes de conseguirlos, me puse a leer mucho y a ver videos sobre sus cuidados. Tenía que estar listo para, por fin, tenerlos en mis manos y cuidarlos de la mejor manera. Después de buscar y preguntar entre mis conocidos, nadie tenía para compartirme.
Muchas veces leí el lema de “los búlgaros no se venden, se donan“, pero ¡vaya! Tuve que agarrar ese lema, enrollarlo y arrojarlo a la basura. No me quedó otra opción que buscar en Marketplace de Facebook, donde encontré a una señora que me vendió algo así como una cucharada copeteada de granos en un vaso con agua y un poco de azúcar. Me ofreció también un papelito con instrucciones para su cuidado, y yo, muy valiente, le dije: “No es necesario, ya estuve leyendo bastante sobre su cuidado y creo que podré hacerlo bien“.
De regreso a casa con mis nuevos búlgaros de agua, me sentía súper emocionado. No dejaba de verlos a cada rato; me parecía fascinante que aquellos granitos que parecían gomitas transparentes tuvieran vida, bueno, vida microscópica, pero vida al fin y al cabo. Y, sobre todo, por los beneficios para la salud que aportan. En pocas palabras, creo que yo parecía un niño en un acuario que no despega su vista de las peceras.
Lo que no funcionó…
Llegué a mi casa y de inmediato agarré el frasco de vidrio que tenía destinado para mi kéfir de agua. Puse agua, azúcar y mis nuevos granos, que previamente había colado con un colador de plástico. Me sentía confiado en saber qué agua usar, la temperatura, los materiales, los tiempos y bla, bla, bla. Al día siguiente, cuando me dispuse a probar mi súper bebida… ¡oh sorpresa! Agua dulce. Sabía que esto no era normal, pero imaginé que era por falta de aclimatación, así que lo dejé reposar otro día más. Al otro día, ansioso por ver si ya tendría mi bebida lista… nada, agua azucarada de nuevo. Para hacerlo corto, dejé mis granos fermentando por 5 días y recién empezó a saber menos dulce, pero le faltaba.
No te contaré mucho de cuando quise hacer mis primeros refrescos con kéfir de agua, y lo resumiré en dos palabras: No funcionó. Ni una triste burbuja de gas logré que sacaran mis bebidas. Desesperado, probé agregando limón, pasas, guayaba y cualquier fruta que se apareciera en mi camino. El resultado se resume en dos palabras nuevamente.
¡Eureka!
Un poco decepcionado de que mi kéfir tardara tanto en fermentar y que no produjera ninguna clase de efervescencia, me dispuse a fabricar tepache de piña, el cual, si no lo conoces, es un fermento a base de cáscara de piña, canela y piloncillo/panela. Ya tenía experiencia con el tepache y lograba unas bebidas deliciosas, altamente efervescentes, más que la cerveza. Y ahí una idea se cruzó por mi mente: piloncillo/panela.
Nuevamente agarré mi frasco, agregué agua y un pedazo de piloncillo. Lo calenté en el microondas para calentar el agua y derretir aquel trozo de panela (obvio, sin los búlgaros). Después de unos minutos, ya estaba disuelto en el agua. Esperé a que se enfriara mi frasco y agregué los nódulos de kéfir de agua. Lo dejé reposar, y al día siguiente, lo resumiré en una palabra: ¡Eureka!.
Los granos de kéfir flotaban y bajaban; había pequeñas burbujas que no dejaban de subir y bajar por el frasco. Era como si estuvieran jugando ahí dentro. Definitivamente les gustó. La bebida sabía bastante bien, aunque todavía algo dulce, pero lo importante era que ya se veía actividad de los microorganismos y sentía una ligera efervescencia..
Conclusión
La solución para los tibicos que parecen aletargados es la panela/piloncillo. Este producto contiene azúcar, vitaminas y minerales que ayudan a nutrir nuestros búlgaros de agua. Seguro habrás visto gente que le añade pasas o rodajas de limón para fortalecer sus nódulos… olvídalo, eso no funciona, lo digo por experiencia.
Con el tiempo aprendí un par de cosas más que quiero compartir contigo de una vez:
- El piloncillo puede acumular polvo, sobre todo si lo compras sin envoltura. Enjuágalo antes de agregarlo al agua donde fermentarás tu kéfir.
- No es necesario moler o disolver el piloncillo en el agua. No pierdas tiempo con ello; simplemente agrega el trozo de panela enjuagado y se disolverá por completo en unas horas sin necesidad de que hagas nada.
- Después de usar piloncillo, puedes volver a emplear azúcar de mesa normal. Los nutrientes que les da la panela pueden durar varias tandas de fermentación. Aunque, si lo prefieres, también puedes usar una mezcla de piloncillo con azúcar de mesa.
- La panela los vuelve locos. Cuando los alimentaba con puro piloncillo, los nódulos crecían a un ritmo desenfrenado; ya no sabía qué hacer con tanto. No exagero: de un día a otro, duplicaban su tamaño. Es por eso que comencé a alternar con azúcar, para que bajaran el ritmo.
Creo que con la información que te acabo de dar habrás aprendido mucho sobre lo que sirve o no sirve si quieres revivir tus búlgaros o tibicos de agua. Te deseo mucha suerte y ¡hasta pronto!
Publicar comentario